Legado de Amor
Sin deliberada voluntad influenció: su franqueza inescrupulosa, su sentido contestatario de justicia, la dedicación permanente por los desvalidos perros callejeros, el ignífugo amor por su madre… Se creía miserable - su espíritu había sido innumerables veces herido-, postergada, excluida. Decepcionada perdió, de las personas, la fe. Su acorazado corazón soslayaba los vínculos afectivos como si fueran saetas de perfidias futuras. Así la conocí y me crio; entre zafiedades, chanclazos, regalos y mimos. No era perfecta, era como la vida la había formado: adusta, huraña, prejuiciosa, decía palabras hirientes, hacía acepción de personas, y tenía una permanente reticencia a yernos y nueras. ¿De dónde viene el odio y el rencor? En la antesala de la noche, en medio del runrún de los ronquidos del abuelo, fui su confidente. Entre sollozos y lágrimas; noches enteras; recordando cuitas y desventuras. Su relato revivía el dolor. Aquella desoladora infancia la había marcado para siempre: desafecta